Fundada en 2009 por el programador ucraniano Jan Koum, La popular aplicación de mensajería instantánea se ha convertido en una herramienta de incuestionable utilidad, tanto en la vida privada como en la profesional. En la actualidad, WhatsApp ha logrado adentrarse en nuestras vidas hasta convertirse en una parte poco menos que imprescindible. Sin embargo, este vertiginoso proceso de inmersión encierra el peligro cierto de caer en una dependencia excesiva. En esta nueva entrega de mi Blog repasaremos los principales indicativos de una dependencia emocional a WhatsApp o incluso de una adicción.
Estadísticas de WhatsApp en el mundo
- 1 billón de usuarios activos
- 42 billones de mensajes por día
- 1,6 billones de fotos compartidas al día
- 250 millones de vídeos compartidos por día
- 1 billón de grupos
- Disponible en 50 idiomas
- Cada usuario emite una media de 42 mensajes diarios
Siempre a mano
Lo situamos en el primer lugar del ranking por ser el más representativo. Debes preguntarte a ti mismo si lo primero que haces por la mañana y lo último que haces antes de irte a dormir es precisamente acceder a WhatsApp y, en caso afirmativo, reflexionar sobre ello. Si a lo largo del día no eres capaz de pasar un rato largo sin consultarlo eres definitivamente un adicto a la aplicación. ¿Cuántas veces abres la aplicación a lo largo del día?.
El sonido y las notificaciones
Se trata de dos variables fundamentales para adecuar el uso de la aplicación a tu ritmo de vida y no al revés. La posibilidad de silenciar grupos nos permite establecer un criterio de discriminación muy efectivo, pues de entrada parece prudente pensar que los grupos de ocio nunca van a precisarán de una consulta constante. En el caso de que estemos hablando de grupos relativos a tu actividad profesional, es casi seguro que tampoco se trate de mensajes urgentes pues para eso están las llamadas telefónicas. Si jamás desactivas el sonido o las notificaciones, tienes muchas papeletas de tener una excesiva dependencia de WhatsApp.
No lo apagas por la noche
Otro indicador que también puede medir tu nivel de dependencia. ¿Nunca apagas tu teléfono móvil al irte a dormir?. En tal caso, deberías preguntarte el motivo pues a priori nunca va a ser necesario estar pendiente de la recepción de mensajes de madrugada.
Siempre estás controlando a tus contactos
Es otra pauta que puede llegar a convertirse en preocupante. Si eres de los que accede constantemente en WhatsApp para ver cuándo entran tus contactos, cuándo reciben los mensajes que les has enviado y en caso de que no emitan respuesta inmediata ya te estás preguntando el motivo por el que no te han contestado, es también muy posible que tu dependencia se WhatsApp sea excesiva. Consultar periódicamente las fotos de perfil así como los estados de tus contactos es otra práctica que bien merece una reflexión.
El volumen de uso
El quinto indicador, quizás más genérico, invita a una última pregunta: ¿tu vida social gira en torno a esta aplicación?. Si WhatsApp está dirigiendo todas tus interacciones sociales, bien porque siempre las canaliza, bien porque sencillamente las ha terminado sustituyendo, eres también un dependiente de la aplicación. Si sientes la imperiosa necesidad de contestar los mensajes nada más recibirlos, también podríamos estar hablando de una dependencia.
Muy bueno. Gracias
Gracias por el articulo esta muy bien explicado!